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La sófora japonesa, un árbol cautivador

Vue du sophora, pris sous les branches retombantes et recouvertes d'un feuillage vert

¡Visite los jardines del norte! En medio de los paseos habituales, déjese sorprender por una sophora japonesa llorona de 130 años.

Alrededor del castillo, con vistas al valle de la Lomaña, se trazó un jardín a finales del siglo XIX que se rediseñó en los años sesenta.

En el lado sur, los parterres plantados adornan la fachada del castillo renacentista e invitan a la observación.

En el lado norte, el trazado geométrico, los tejos y los bojes hábilmente podados recuerdan los códigos de los jardines regulares típicos del Renacimiento. Un árbol destaca en este trazado perfecto: la Sophora llorona japonesa.

Originaria de China, esta especie llegó a Europa a finales del siglo XVIII y a Francia a mediados del XIX. Se cree que el ejemplar más antiguo se encuentra en el arboreto de Jussieu.

Sus ramas caídas y sus hojas disecadas rompen con la geometría del jardín e invitan a instalarse bajo su follaje, fuera de la vista.

En el castillo de Gramont, la sófora llorona fue plantada hacia 1893. Es un testimonio del gusto de la época por los parques paisajísticos, espacios naturales creados por el hombre donde plantaba numerosas especies notables y exóticas, muy de moda en la época.

Vista de sophora, tomada bajo las ramas caídas y cubierta de follaje verde
La sófora del castillo de Gramont

Éric Sander / Centro de monumentos nacionales

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